Un Fin de Semana de Teatro y Conexión con la Naturaleza

El fin de semana pasado, más de 50 amantes del teatro musical, con edades que oscilaban entre los 20 y los 70 años, nos reunimos para vivir una experiencia única: un encuentro inmerso en plena naturaleza con los grupos de adultos de las escuelas EXIT y HAMLET.

¿Dormiríamos bien? ¿Podríamos disfrutar del buen tiempo? ¿Serían cómodas las literas? ¿Surgiría el amor entre el alumnado... o quizás el odio? ¡En escena! Quiero decir, en escena, claro…! :)

A pesar de las lluvias casi incesantes que nos han acompañado durante este mes de marzo, la suerte estuvo de nuestro lado. El tiempo nos regaló una tregua perfecta para redescubrirnos en un contexto diferente, compartir nuestra pasión por el teatro y disfrutar de la compañía de los demás fuera de las aulas.

Puede que nuestro DNI diga que dejamos atrás la adolescencia hace tiempo, pero nuestra energía y entrega demostraron todo lo contrario. Desde los retos teatrales hasta la discoteca nocturna, pasando por una pasarela de modelos en pijama que será imposible de olvidar, vivimos momentos que quedarán grabados en nuestra memoria. Pero, sin duda, el reto de los retos fue preparar una obra de teatro en menos de 24 horas. Y, con creces, lo conseguimos, ¡y todo esto en equipo!

Los grupos, con nombres tan épicos como Tutti Fruttis, Espartanas, Recursos Inhumanos y Sister Mamas, demostraron una creatividad, ingenio y una entrega absolutamente impresionantes. Entre risas, improvisaciones y trabajo en equipo, cada grupo construyó una pequeña joya teatral que dejó huella en todos los presentes.

Momentos estelares no faltaron: cantar a pleno pulmón éxitos de Disney desde la ventana de la masía, liberar nuestra pasión por Wicked y Mamma Mia! en la discoteca nocturna, disfrutar de una versión inédita del “sol solet”, presenciar el funeral sin cadáver de Paco, el inesperado "embarazo a medida" y la coreografía de natación sincronizada... en tierra firme. Y todo esto, cuando el profesorado, teniendo en cuenta las colonias de adolescentes a las que están acostumbrados, asignó los “adultos de referencia” al alumnado (y parte del alumnado... ¡literalmente eran abuelas!).

En resumen: risas, emoción y compañerismo fueron los verdaderos protagonistas de este fin de semana inolvidable.

Muchos de nosotros ya contamos los días para repetir el año que viene. Porque cuando el teatro musical nos une, la magia sucede, sin importar la edad ni el clima.

¡Hasta la próxima aventura teatral y... let it gooooo!